La educación es reconocida como un derecho humano, fundamental para el desarrollo personal y social de todo ser humano Al principio no creía que mi localidad tuviera tanta gente sin la educación básica concluida hasta que comencé a revisar algunos documentos para un trabajo escolar, así que decidí visitar la Plaza Comunitaria “La Asegurada” del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos para comprobar esta realidad poco vista en Texcoco, mi sorpresa fue muy grande cuando encontré un salón con bastantes personas listas para presentar algún examen de primaria o secundaria. En ese momento me entrevisté con la responsable del espacio y me comentó que actualmente tienen a cerca de 200 personas en atención con 7 asesores que se encargan de alfabetizar y aplicar el Modelo de Educación para la Vida y el Trabajo (MEVyT) en las siguientes modalidades: Hispanohablantes mayores de 15 años (presencial y en línea), hispanohablantes de entre los 10 y 14 años, braille y lenguaje de señas. La educación primaria y secundaria es considerada como la educación básica en México, y es una obligación del Estado impartirla. Esta obligación se enmarca en el derecho a la educación que está estipulado en el artículo 3 de la Constitución Política Mexicana: todo individuo tiene derecho a recibir educación. El Estado, impartirá educación preescolar, primaria, secundaria y media superior, que son de carácter obligatorio. Sin embargo, fenómenos como la pobreza y desigualdad social generan que muchos niños y jóvenes no accedan a la educación mínima, y si lo hacen corren el riesgo constante de no asistir y desertar. El rezago educativo es definido en México como la población de 15 años y más que no sabe leer ni escribir y/o que no ha iniciado o concluido su educación primaria o secundaria. En el contexto particular de educación para adultos, la educación básica, si bien hace referencia a la alfabetización, aritmética y elementos de formación general, hace hincapié también a la adquisición de habilidades sociales y de conocimientos comunes a la vida cotidiana. En la Declaración de Educación para Todos de la UNESCO queda asentado de la siguiente manera: “Las necesidades básicas de aprendizaje abarcan tanto las herramientas esenciales para el aprendizaje (como la alfabetización, la expresión oral, el cálculo, la solución de problemas) y los contenidos de aprendizaje básico (conocimientos, habilidades, valores y actitudes) requeridos por los seres humanos para poder sobrevivir, desarrollar capacidades, vivir y trabajar con dignidad, participar plenamente en el desarrollo, mejorar la calidad de su vida, tomar decisiones fundamentadas y continuar aprendiendo". De lo anterior se entiende que el concepto de educación a lo largo de la vida considera la actividad educativa como parte de un proceso de aprendizaje permanente. El Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) es una institución pública que “norma, promueve, desarrolla y brinda servicios de alfabetización, educación primaria y secundaria; y que facilita la formación para el trabajo, para que jóvenes y adultos incrementen sus capacidades, eleven su calidad de vida y contribuyan a la construcción de una sociedad más justa y equitativa.” El esquema curricular del INEA plantea el estudio de contenidos específicos, en los que se consideran experiencias, saberes y conocimientos que han adquirido las personas a lo largo de la vida, enfatizando que este tipo de población ya ha acumulado diversos aprendizajes previamente. Para su proceso educativo fue creado el Modelo de Educación para la Vida y el Trabajo (MEVyT), siendo este modelo la mejor alternativa para que las personas jóvenes y adultas puedan alfabetizarse o concluir la primaria y/o secundaria con validez oficial a nivel nacional. La Agenda 2030 parte de un enfoque transformador y holístico, basado en derechos y que refleje una perspectiva centrada en la igualdad y la inclusión, y mi voluntariado aporta directamente al cumplimiento del ODS 4 “Educación de Calidad” Si bien, el logro de la educación para todos fue en su momento impulsado en términos de cobertura, para la Agenda 2030 la educación expande sus alcances más allá del acceso, impulsando los logros de aprendizaje, las diferentes maneras de acceder al conocimiento, los entornos educativos seguros y saludables, las metodologías innovadoras y el enfoque de una educación a lo largo de toda la vida. (UNESCO, 2018) Aunado al logro educativo, la educación de calidad promueve aptitudes para la promoción de la paz, la resolución de conflictos, el entendimiento mutuo y la sostenibilidad, por ello en lo que se refiere a las y los jóvenes, la educación debe guardar relación con sus necesidades e intereses en la que incorporen aprendizajes significativos y que posibilite su adecuada inclusión en los mercados de trabajo y el logro de sus proyectos de vida. (CEPAL, 2015). Mi experiencia durante la realización del proyecto fue impresionante, me preparé y tomé acción como Asesor Educativo, mismo que institucionalmente es definida como la “figura solidaria que facilita el aprendizaje de las personas jóvenes y adultas, estimula su motivación, les brinda apoyo académico y retroalimentación continua para favorecer su aprendizaje, permanencia y mantener su participación en el estudio, así como fomentar la participación colaborativa” (DOF, 2015:3), incluso en la Ley General de Educación de Adultos publicada en 1975xiv se hace referencia a que el asesor “es auxiliar voluntario del proceso de educación para adultos y tiene a su cargo: I. Promover interés por el estudio II. Organizar y orientar círculos de estudio, y III. Conducir personas analfabetas y educandos en general”. El espacio de acción fue un círculo de estudios, que es un grupo de educandos que se forma para trabajar en el aprendizaje de los módulos con el apoyo de un asesor, estuvo integrado por 24 educandos, los horarios trabajados fueron de 9:00 a 12:00 los días lunes, miércoles y viernes en la Fábrica de Artes y Oficios de Texcoco; además de este horario se participó en 4 Jornadas de Alfabetización con un horario de 9:00 a 20:00 hrs. dentro de la Plaza Comunitaria. Todo fue sumamente enriquecedor, desde el momento de la entrevista con la Promotora Educativa de la Plaza Comunitaria supe que allí quería llevar a cabo mi voluntariado, ella fue quién me orientó en todos los procesos, desde la correcta comprensión de los temas incluidos en el curso de inducción para los nuevos asesores del INEA hasta mi firma de vinculación voluntaria al INEA. Como asesor me llevo un gran sabor de boca pues es completamente diferente identificar como un agente externo las necesidades de los educandos, cuando eres parte del proceso debes tener una mayor apertura, comprensión y bastante diálogo con cada uno, y una vez cumplido este primer punto proceder al diseño de las asesorías grupales e individuales; también se brindó apoyo en el diseño de la ruta educativa conforme a los módulos existentes, se brindaron retroalimentaciones a través de la verificación de evidencias y el seguimiento realizado en la plataforma del asesor disponible para cada módulo. Una de las partes más difíciles para mí fue el motivar a los educandos para presentar sus exámenes y para que acreditaran los módulos y niveles pues muchos de ellos, al tener otras ocupaciones, no consideran su educación como un pilar importante en la vida adulta, además de que no todas las vías de comunicación funcionan igual con todos. La aplicación de exámenes también resultó un gran reto, pues al principio no se contaba con el número de educandos mínimo para usar el espacio habitual de asesoría como sede de aplicación, por lo que se debían transportar a la Plaza Comunitaria. Posteriormente el grupo creció y fue posible realizar una aplicación en nuestra sede. Sin duda, la formación respecto a habilidades/competencias básicas es para muchos jóvenes y adultos la primera brecha en el aprendizaje que necesita ser atendida. Sin embargo, la experiencia demuestra que se tiene que ir más allá de las habilidades básicas de la alfabetización, aritmética y lenguaje para incorporar también competencias transversales como las capacidades básicas de salud, desarrollo personal, capacidades financieras, derechos humanos, ciudadanía, alimentación, medio ambiente, etc, que faciliten su desarrollo en la vida y los espacios laborales. Un amplio plan de estudios que debe extenderse más allá de la educación formal para incluir el aprendizaje no formal para que los educandos apliquen lo aprendido a sus propias circunstancias. La carencia en la educación es un obstáculo para el desarrollo productivo de las comunidades pues limita la capacidad de los habitantes para comunicarse de una manera efectiva, para el trabajo en equipo, para la solución de problemas, para usar efectivamente las tecnologías de la información, para mejorar procesos y sistemas, así como para entender las necesidades del entorno en el que vivimos y poder superarnos. Lo anterior no sólo es inaceptable en términos de desarrollo social, sino además representa una fuerte barrera para la productividad y el avance económico del país. #Rovers100 #SWA #BetterWorld #SDG4