Horquilla Azul-Campamento Técnico
Como miembro del movimiento desde el año 2005 siempre tuve la inquietud de poder desarrollar un campamento en donde no afectaramos a la naturaleza, convivieramos con la misma y experimentaramos lo que es dormir, comer y practicamente "vivir" dentro de un ambiente completamente ajeno al que nos desarrollamos a diario.
Es por esto que nace la inquietud de gestionar, dirigir y desarrollar un campamento en compañía del clan de rovers al que pertenezco en donde pudiéramos hacer construcciones con palos, mecahilo y elementos que la naturaleza nos proporciona, así como elaborar alimentos en una fogata, los cuales fueran elaborados solo con navajas y sin la necesidad de algún utensilio de concina.
El día 15 de Junio se le presentó al parlamento del clan la idea de desarrollar este campamento, la temática, la posibilidad de lugares a desarrollarlo y todo lo que éste conllevaba. Se aceptó la idea y se plantearon fechas para practicar los elementos de VAL y aterrizar las últimas actividades y roles de cada miembro que asistiría. Durante poco más de un mes cada rover que asistiría se dedicó a explicarle a los demás el proceso que llevaría para poder ejecutar de manera satisfactoria su rol en el campamento.
En la semana previa al campamento, se compraron los materiales y alimentos necesarios que llevaríamos el siguiente fin de semana. El día 24 de agosto el clan de Rovers Asgard partió de campamento al lugar en donde pasarían los próximos 4 días. A la llegada del lugar se caminaron aproximadamente 4 km, llegando se montaron las tiendas de campaña para guardar provisionalmente todo el cargamento y 3 miembros del clan designados comenzaron a hacer el tejido del lugar en donde dormiríamos oficialmente. Durante el trayecto del día los demás rovers hicieron algunas construcciones indispensables para la supervivencia de todos, tales como cerca, alacena, refrigerador, fogón elevado, mochilero, entre otros. El segundo día se terminaron las construcciones planeadas, hacíamos actividades como clan y cocinabamos nuestros alimentos constantemente en fogones elevados, fogatas de corredor y hornos de piedra sin utensilios, únicamente con la ayuda de navajas. El día 27 regresamos a la CDMX cansados pero con mucho aprendizaje y experiencias nuevas.
Todo salió de manera satisfactoria y el día 31 de Agosto se realizó la evaluación de este.