
Apaga y recicla
Es bien sabido que existe un alto índice de fumadores dentro de las universidades, mismos que desechan sus colillas, generalmente, en espacios públicos y no en botes de basura o ceniceros comunitarios, como se esperaría. Todo esto repercute directamente en la contaminación de nuestras áreas de estudio, tapa el sistema de drenaje en nuestra facultad lo cual provoca inundaciones en tiempos de lluvias, etc. De lo anterior surge este proyecto, que pretende reutilizar este material de una manera beneficiosa.
A su vez, nuestro proyecto aplica en la cuarta área de la Insignia Scout Mundial del Medio Ambiente, es decir, “Se aplican las prácticas medioambientales más apropiadas”, ya que a partir de la realización de esta actividad en forma continua, pretendemos reducir las afectaciones que nuestro entorno escolar presenta.
• El objetivo general es:
Sensibilizar a los fumadores para que se deshagan de forma responsable de los filtros de los cigarrillos una vez que los han consumido y evitar residuos. Fomentando así el reciclado de las colillas de cigarrillos para fabricar anticorrosivos de metales y maderas que están en contacto con la humedad, fuertes insecticidas caseros, entre otras.
• Los objetivos particulares son:
- Reducir la cantidad de colillas que se encuentran tiradas en los pasillos de la facultad de derecho de la Universidad Autónoma de Querétaro.
- Darle un uso productivo a los residuos que se generan.
- Fomentar la cultura del reciclaje y cuidado del medio ambiente
• Los pasos que se implementaron para la realización de este proyecto fueron las siguientes:
- En la primera etapa, se tuvo que recurrir a investigaciones previas sobre el uso de este material para no causar un efecto contrario al que buscábamos, para eso se buscó ayuda de algunos compañeros de la Facultad de Química. Una vez superada esa fase, se presentó el proyecto a la sociedad de alumnos de la facultad para implementarlo de manera oficial.
- En la segunda etapa, contando ya con la aprobación, se generaron los contenedores necesarios para que las personas tiren ahí sus colillas de cigarro y se colocaron en lugares estratégicos, también hicimos flyers que invitaran a los estudiantes a sumarse a la causa y pasamos a algunos salones a explicar el objetivo del proyecto, y así motivarlos a participar.
-Cuando ya se contaba con una buena cantidad de colillas, pasábamos a la tercera etapa; en la cual, los contenedores eran vaciados, recolectando las colillas en un solo lugar para continuar con la penúltima fase.
-La cuarta etapa contempla actividades como la clasificación de colillas, la limpieza de cada una, la realización de la receta que nos permite obtener nuestros productos y el envasado del mismo. (Se anexa receta)
-En la quinta etapa, nos dábamos a la tarea de etiquetar los envases de nuestro producto y entregarlos a los encargados de jardinería de las diferentes facultades de nuestro centro universitario.
• Recursos humanos y distribución de las horas de servicio:
- En la primer fase de nuestro proyecto, fuimos tres personas quienes hicimos las labores, dedicándole ente tres y cuatro horas a la semana durante cuatro semanas, teniendo como resultado un poco más de 36 horas en esta tarea.
-Para la segunda etapa, logramos que seis personas más se unieran. De esta manera fuimos 8 personas quienes, utilizando un mínimo de hora y media diarias durante 3 semanas (lunes a viernes), logramos 180 horas de servicio.
-La tercera etapa, la hacíamos entre dos y tres veces por semana durante los tres meses siguientes. Éramos las mismas 8 personas, sin embargo nos llevaba alrededor de dos horas vaciar el contenido de todos los contenedores. Esta fase suma 576 horas al proyecto.
-La cuarta etapa, a pesar de que seguíamos siendo 8 personas las que participamos, sin duda era una de las más tardadas del proceso ya que teníamos que abrir las colillas y quitar los residuos de nicotina con pinceles, una por una; en esta actividad ocupábamos casi 3 horas. Después de eso, durábamos otras 4 horas hirviendo, filtrando y envasando nuestra mezcla. Esta actividad la hacíamos todos los sábados por la mañana durante poco más de 3 meses, reuniendo 728 horas más.
-El trabajo de nuestra última etapa se divide en dos: El etiquetado de nuestros envases, lo hacíamos cada lunes a partir de octubre entre los 8 integrantes del equipo y nos tomaba aproximadamente una hora. La entrega de los insecticidas y anticorrosivos la hacíamos solo 3 personas el martes imediato y nos tomaba aproximadamente hora y media. Con esto agregamos 162 horas.
-Además de esto, las tres coordinadoras del proyecto, debíamos hacer dos juntas semanales con nuestros asesores para presentar avances, retroalimentaciones y resultados. Estas reuniones duraban aproximadamente una hora ocupando cerca de 200 horas de servicio para esta actividad.
Sumando todos los rubros tenemos como conclusión, un aproximado de 1882 horas de servicio al medio ambiente.
- Coordinadores:
Andrea Casasola (Grupo 8, Querétaro)
Hachidori Mimila (Civil)
Sofía Juárez(Civil)
- Asesores:
Silvia Borbolla (Civil)
Marco Jiménez (Civil)
- Colaboradores:
Jorge Fernández (Civil)
Martín Sánchez (Civil)
Fernando Aguilar (Civil)
Lilian Cardona (Civil)
César Juárez (Civil)