VOLUNTARIADO QUE SALVA VIDAS
Cuando era niña, en mi familia siempre fue tradición ver cada año el Teletón, así que desde muy pequeña tuve empatía ante esas situaciones y desde ese entonces tuve la curiosidad de ir a un CRIT, pero nos quedaba retirado.
Así pasaron los años, llegó el 2019 y me rechazaron de la universidad. Ante dicha situación, tenía tiempo y recordé la inquietud de ser voluntaria en el Teletón, no me la pensé más, fui a preguntar y me uní como parte del equipo del voluntariado.
Después de haber pasado la entrevista de ingreso se me pidió llevar unos papeles para después poder ir los días que se me facilitaran. Cada semana iba por lo menos una vez a la semana 3 horas. Asistiendo al CRIT las tareas se basan en dar el acompañamiento al paciente y su familia para que el proceso y la estadía se haga mucho más a meno. Ante la pandemia se realizó el proyecto de "voluntariado extraordinario" en el cual varios voluntarios nos dedicamos a hablar a los pacientes en sus cumpleaños
El voluntariado en el CRIT es sumamente importante y es el pilar que le da vida a cada uno de los centros. Cada voluntario suma y es necesario, es importante sumar más. Ya que con el simple recibimiento de manera amable, o en la zona de juegos, o llevándolos a su citas, le cambias el ánimo por completo a las familias que probablemente no han comido, o llevan kilómetros viajando para llegar a la consulta, o están preocupadas por gastos, o infinidad de preocupaciones más.
Aprendí sobre la fuerza y voluntad de vida, cada uno de los pacientes es tan fuerte y tan valiente que es maravillloso como te dan lecciones de vida a diario. Aprendí sobre la verdadera importancia de la inclusión y de tener paso de silla de ruedas, de la importancia de que las escuelas enseñen respeto y empatía por las situaciones de los compañeros, aprendí la afectividad de voluntariado a familias, de familias a pacientes. Aprendí a como ser más humano.