La Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) organizo inmersión de estudiantes en la ZVTN. Participe en la inmersión a la zona veredal Marco Aurelio Buendía en Charras, Guaviare. Durante una semana realizamos actividades en las que nos integramos entre estudiantes y excombatientes con quienes compartimos historias y saberes. Se organizaban turnos para preparar la comida o lo que ellos llaman "ranchar", para comer esperabamos a que estuviese servido lo de todos. El compartir con colombianos a los que antes no nos habiamos acercado nos brindo otra imagen del país y fortalecio la esperanza de construir juntos un mundo mejor. Cuando tenia 9 años en mi familia teníamos un perro que se llamaba Beethoven, llego el momento en que no lo podíamos tener más en la casa y mi mamá lo regaló a los vecinos que se fueron a San José del Guaviare y allá lo dejaron. Recuerdo que los comentarios eran que lo habían dejado allá a la guerrilla, porque era lo único que había en esa zona. Aquellos comentarios, aunque eran en broma, sumados a la información que recibía por los medios de comunicación fueron las referencias con las que crecí de lo que quedaba lejos de Bogotá, que eran zonas guerrilleras y que los guerrilleros eran personas que habían sido reclutados a la fuerza y por eso tuvieron que estar en la guerra. Luego crecí más y me di cuenta que en las personas, el país y la guerra no habían totales, que todo era relativo y contextual. De Beethoven no volví a saber nada, pero una década después si volví a saber del Guaviare y de los guerrilleros de las FARC-EP. Tuve la oportunidad de ir con otros estudiantes a la Zona Veredal Marco Aurelio Buendía, en donde acampamos con los guerrilleros durante una semana, compartimos historias y experiencias con las que aprendí que en Colombia en un periodo post-acuerdo, lo que necesitamos es liberarnos de los prejuicios con los que crecimos. Para escuchar al otro aunque no estemos totalmente de acuerdo. Porque finalmente es desde la diferencia desde donde podemos construir un país y un mundo mejor. Por eso así como se tomo el tiempo de leer esto, lo invito a que escuche e indague por la historia de quien lo rodea, por sus sueños y por sus miedos, no es necesario viajar 14 horas hasta la selva y hablar con miembros de las FARC, tal vez sólo con dialogar más y mejor con el que esta a nuestro lado en el colegio, la universidad o el trabajo ya estaremos cambiando el mundo.