Mis manos que hablan es un proyecto pensado en la inclusión hacia la comunidad sorda, en un sentido de lograr una comunicación básica con ellos, mediante la enseñanza básica de la lengua de señas mexicana (LSM) a jóvenes de 18 a 22 años.

El objetivo general es fomentar la inclusión mediante la enseñanza de conocimientos básicos de la lengua de señas mexicana, en un curso básico en línea de 7 semanas con participantes de 18 a 22 años.

Tuvo que reestructurarse la forma de trabajo debido a la contigencia sanitaria COVID-19, asi que los contenidos que antes se transmitian de forma presencial, ahora fueron dados en línea, mediante vídeos e imágenes.