THE FOOL
Cada año, cientos de miles de peregrinos acuden a la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, enfrentando largas distancias, lesiones graves, y cargas pesadas, lo que pone en grave riesgo su salud y vida.
Este proyecto busca apoyar a estos peregrinos, quienes, movidos por su fe, enfrentan grandes desafíos físicos y emocionales.
El beneficio directo para la comunidad radica en la atención inmediata y efectiva que brindamos a los peregrinos durante su viaje, gracias a la capacitación continua y práctica en atención prehospitalaria, he podido asistir a personas que sufrieron deshidratación, heridas por largas caminatas, o incluso agotamiento extremo.
Además, al armar un botiquín especializado, aseguramos que las atenciones sean más rápidas y eficaces, reduciendo el riesgo de complicaciones graves y hospitalizaciones.
Esta labor no solo mejora la seguridad y el bienestar de los peregrinos, sino que también alivia la carga de los servicios de emergencia locales, permitiendo que estén disponibles para otros casos críticos en la ciudad.
Al proporcionar primeros auxilios en el lugar, evitamos que muchos peregrinos abandonen su trayecto, permitiéndoles completar su devoción de manera segura.
A lo largo de este proyecto, he visto las bondades del ser humano a través de mis compañeros y maestros rescatistas, quienes se preparan para ayudar a los demás en las situaciones más extremas por un sentido del deber y de lo correcto.
Todos ellos me han mostrado virtudes como la compasión, la fuerza, el amor, la integridad, y sobre todo, la humanidad.
Verdaderamente, viven para ayudar sin pensar en recompensas.
