¿El resultado? La inmensa satisfacción de los scouts al ver hecha realidad sus ganas de ayudar a los demás por medio de la acción, la cara de los niños felices que compartieron la merienda esa tarde, los miles de “gracias” recibidos por parte de los organizadores del merendero y el compromiso asumido por los scouts de colaborar nuevamente con necesidades del barrio en una próxima vez.Sin embargo, la buena acción de los scouts de la unidad no quedo solo ahí porque también realizaron su misión como verdaderos “Embajadores de la Paz” ya que transmitieron con su ejemplo de servicio, las ganas de ayudar a los otros miembros del Grupo Scout. Hoy en día se encuentran comprometidos con el servicio al Barrio Almafuerte no solo los scouts de la Unidad sino todas las ramas. Es por ello que se juntan cientos de juguetes para festejar el día del niño, hay una campaña para conseguir ropa de abrigo necesaria para pasar el invierno y hasta las ramas mayores están en tratativas para organizar un campamento con los niños del merendero en los próximos meses.