El Impacto de la Minga en la Comunidad El esfuerzo conjunto de voluntarios y habitantes de la Isla Puna no solo resultó en una playa más limpia, sino en un cambio de mentalidad. La entrega de balanzas para el pesaje de residuos orgánicos permitió a las comunidades mejorar sus prácticas de compostaje, promoviendo un manejo más sostenible de los desechos. Además, la sensibilización sobre el impacto de la contaminación ayudó a reforzar la importancia de hábitos de consumo responsables. Un Día de Servicio y Hermandad La jornada no solo fue de trabajo, sino también de intercambio cultural y fortalecimiento de lazos comunitarios. Los habitantes de Estero de Boca nos recibieron con frutas cosechadas localmente y jugos naturales, compartiendo su hospitalidad y agradecimiento por la iniciativa. Este gesto reflejó el espíritu de colaboración y solidaridad que caracteriza a los Scouts y a los voluntarios comprometidos con el servicio. El Viaje de Regreso y Reflexión Después de un día de arduo trabajo, los voluntarios transportaron los residuos clasificados hasta el punto de reciclaje en Villamil Playas. Aunque algunos materiales no fueron aceptados por la presencia de arena, la mayoría de los desechos plásticos fueron correctamente dispuestos. Finalmente, el grupo emprendió el regreso a Guayaquil, cerrando la jornada con una merienda y reflexionando sobre el impacto de la actividad. El Legado de la Minga Más allá de la limpieza realizada, esta iniciativa dejó una huella en la comunidad y en los voluntarios. La capacitación de líderes comunitarios y la implementación de brigadas de limpieza mensuales aseguran que el impacto del proyecto continúe en el tiempo. Como Scouts, nuestro compromiso es con el servicio y la mejora del entorno, y esta minga es un claro ejemplo de cómo la acción colectiva puede generar un cambio real.