Una sonrisa sin precio
Surge la idea por la temporada navideña, pues mucha gente de lugares alejados viene a la ciudad en esta temporada y el querer ayudar en la medida de nuestras posibilidades, fue el motor que nos impulso ha hacer este proyecto.
Recaudamos durante una semana víveres y ropas de manera interna en nuestras casas y pidiendo ayuda a nuestros familiares, la semana previa a navidad, juntamos y distribuimos en bolsas las ropas por tallas y añadimos de manera equitativa variedad de víveres y lo entregamos en una ruta trazada previamente.
Sentimos que ayudamos a mucha gente de escasos recursos pues les gusto mucho las prendas y agradecieron bastante por los víveres, entre los miembros de la tropa sentimos bastante satisfacción de poder ayudar a las personas.
Aprendimos la logística de acopio para proyectos de este tipo, armamos las rutas nosotros mismos, sintiéndonos capaces y suficientes de poder hacer proyectos de esta magnitud, sabemos que siempre tenemos el apoyo en nuestras casas y de nuestras familias.