
Energía Segura para el Futuro
Me inspiró el deseo de mejorar la seguridad del entorno educativo y aplicar mis conocimientos técnicos para generar un impacto real en mi comunidad. Fue una oportunidad de convertir un problema en una solución concreta y significativa.
El proyecto se ejecutó en cinco fases: diagnóstico, diseño, adquisición de materiales, instalación y verificación. Se trabajó en jornadas nocturnas para no interrumpir las actividades del INTI, cumpliendo el cronograma en seis días con apoyo de aliados estratégicos. Cada paso se realizó siguiendo la normativa NEC para garantizar una instalación segura y eficiente.
Durante este proyecto, aprendí a aplicar normas técnicas como el NEC 2008 en un entorno real, desarrollando habilidades prácticas en instalación eléctrica con enfoque en seguridad y eficiencia. Descubrí el valor de la planificación detallada, el trabajo colaborativo y las alianzas estratégicas para lograr resultados concretos. Este proceso me demostró que el conocimiento técnico, cuando se pone al servicio de la comunidad, puede transformar espacios y generar un impacto positivo duradero.