Proyecto Pelusita viajera
Una amiga nos contó que luego de su tratamiento de cáncer, ha sufrido de discriminación por parte de las personas que al verla sin pelo o con el brazo hinchado le hacen comentarios hirientes. Es importante hacerles sentir que no están solos y que habemos personas a los que si nos importa su bienestar emocional, eso fue lo que me inspiró para desarrollar el Proyecto Pelusita viajera. Quise también que los familiares sanos no se queden solos en casa sino que se sientan incluídos por medio de la Pelusita viajera.
Con ayuda de mi familia desarrollé un Proyecto donde enseño a niños y adultos a hacer un gatito a partir de un calcetín para que sirva de correo entre su paciente enfermo y los familiares que se quedan en casa. También ayuda mucho para que los cuidadores tengan un momento de relajación en medio de su día. Se llama Pelusita viajera porque habrá días en que viaje a casa o viaje al hospital.
El impacto emocional que produce en los niños al recibir su Pelusita es impresionante y el impacto en las personas que donan su tiempo para regalarle a un niño desconocido son situaciones muy inspiradoras para mí.
Aprendí empatía para saber ponerme en los zapatos de las familias de los enfermos, que debo de agradecer por lo que soy y lo que tengo y que un simple acto de bondad puede hacer la diferencia en las vidas de muchos niños. Fue muy gratificante ver a los niños con sus pelusitas, saber que un simple y sencillo calcetín alegra una carita y regala sonrisas.
Honestamente ha sido un proyecto que ha tenido muchísimas pruebas y retos pero lo sacamos adelante por puro honor y amor scout.
