Otra alcansilla de ruedas
Algunos miembros del grupo 18 de Coyoacán crearon un proyecto de recaudación de vestidos de gala que serían donados al comité de damas voluntarias del Instituto nacional de pediatría para que ahí se subastarán los vestidos y lo obtenido se donará para financiar tratamientos médicos a niños pacientes de esa institución. En alguna parte de ese proceso, fuimos invitados a la exposición de programas y proyectos que han dado buenos resultados a la hora de recabar fondos y al verlos, los lobatos y muchachos tuvieron una imagen de lo mucho que se necesita para ayudar a otros. Posteriormente se platicó con ellos para tener una lluvia de ideas sobre lo que les interesaba en el tema de apoyar y crear más cosas que funcionaran para las personas que lo necesitan. Optamos por adoptar un proyecto que ya funciono ayudando a quien lo necesita poniendo el estilo y personalidad de los nuevos participantes para hacerlo suyo. Se dieron cuenta de que hay personas con pocos recursos económicos o instituciones que necesitan material para apoyar. Vimos el esfuerzo de las personas y el querer ayudar a los demás a través de esta campaña y nos hizo darnos cuenta que nunca bastara la ayuda de las personas, siempre se necesitara más y si cada uno puede convertirse en una herramienta para que en unión con otras personas puedan convertir los esfuerzos individuales en éxitos colectivos no debemos parar. Fue con esta base que una lobata y una caminante dijeron que querían hacer la compra de una silla de ruedas y al mismo tiempo sacar un poco de desperdicio industrial de las calles, posteriormente Barasing ahora Nayeli pues ya paso a tropa, también quiso ayudar y recolectó y promocionó Alcansilla de ruedas. Recuperamos aluminio y lo convertimos en una silla de ruedas ya que consideramos que todas las personas tienen derecho a la igualdad y a las mismas oportunidades pero a veces no hay dinero suficiente o medidas de acceso para personas que no poseen movilidad completa. A lo largo de los meses que llevamos trabajando nos hemos dado cuenta de que es más difícil que lo que creíamos ya que vamos y dejamos botes para recolectar las argollas en tiendas y negocios, cuando pasamos hay veces que no hay nada o muy pocas y pues como que se siente tristeza porque el plan es juntar muchas para venderlas y que el dinero nos sirva para adquirir la silla. Nuestros vecinos y compañeros de la escuela si nos van guardando las que se encuentran y usan, a veces dicen que van en la calle y se encuentran la lata y nos la guardan, además Akela de nuestro grupo llevo la colecta a la universidad donde trabaja y esa institución le facilitó un contenedor además nuestra jefa de tropa puso una alcancía en su negocio y ahí van poniendo clientes las argollas. Nuestros papás en sus trabajos también pusieron botes y las amigas de nuestras mamás le dicen a sus hijos que guarden las argollas. Entre más personas cooperen y nos guarden el aluminio mas rápido podríamos comprar la silla.
Despues conforme avanzo nuestro proyecto pasaron mas cosas, Mel que era la caminante que inicio esta campaña de recolección, tuvo que dejar el movimiento porque se iba a cambiar de casa y grupo asi que ya no podia seguir apoyando, Luego Barasing paso a tropa pero siguio trabajado y asi seguimos juntando y vendiendo el aluminio. En la manada ya les enseñe que ademas de juntar dinerito para la silla, tambien sacamos de la calle esa basura que contamina el agua y la tierra asi que los demás tambien apoyan aunque sea con una latita o una argolla.
Cuando por fin pudimos adquirir la silla fue muy reconfortante pues aunque la campaña ha tenido otros titulares y han podido adquirir y entregar las sillas de ruedas, esta vez fue a través de scouts que no les había tocado. Por supuesto cada reinicio tiene sus propios pros y contras, por ejemplo, cada vez es más barato el aluminio en los centros de desperdicios industriales y por ello hay que conseguir mas kilos y por otra parte algo que descubrimos es que nos costó un poco más de tiempo porque la gente está empezando a tener más conciencia y ya separa los residuos y los vende por su cuenta así que al menos el medio ambiente se está beneficiando y no nos afecta trabajar un poco más para conseguir lo que queremos.
Noticia de último momento!!! Esta silla de ruedas servia mas para un paciente con paralisis en Nicolas Romero Estado de México, a traves de las redes sociales nos encontraron y pudimos contactar al hijo del paciente quien vino hasta nuestro local de grupo a recogerla.
Objetivos:
- El objetivo era comprar una silla de ruedas para donarla a una institución de ayuda o a alguna persona que no tuviera la capacidad económica para adquirir una ya que su costo no es barato. Se pudo comprar entre varias personas del grupo ya que seguramente habrían apoyado pero buscábamos una forma que implicara trabajo y enseñanzas para los muchachos sobre todo en materia de tolerancia a la frustración y esfuerzo. Así que al escoger este proyecto, como consecuencia secundaria además de ayudar a una persona, también haríamos algo por mejorar el medio ambiente al sacar material contaminante de y reciclar de manera responsable. Trabajamos pidiendo apoyo en las tiendas, papelerías y en las unidades habitacionales para poder poner las alcansillas (contenedores) donde depositarían las argollas. Estos, fueron botes vacíos, botellas, cajas y envases. Incluso en una universidad les gusto tanto la idea que mandaron hacer un contenedor gigante para que el alumnado depositara hasta latas. De cuando en cuando pasábamos a vaciar los contenedores y los concentrábamos a veces en la casa de la subjefa de administración de nuestro grupo. Posteriormente se llevaba a los centros de desperdicios industriales a vender el aluminio. Mucha gente cree que al recolectar argollas y latas, estas se fundían y con eso se fabricaba la silla de ruedas y había que explicarles que lo vendíamos y con ese dinero se compraría la silla de ruedas. Con lo que íbamos vendiendo también comprábamos las calcomanías (impresiones) para los botes con el logo del proyecto.
- Objetivo 1: Comprar una silla de ruedas
- Objetivo 2: Recolectar argollas destapadoras hechas de aluminio, aproximadamente 100 kg
Acciones:
- Promocionar el proyecto
- Recolectar aluminio (latas o argollas)
- Almacenar lo recaudado.
- Vender en los centros de desperdicios industriales el aluminio recolectado.
- Adquirir la silla de rudas
- Buscar a la persona o institución beneficiaria.
Costos:
- Calcomanías para contenedores.- $20 pesos
- Silla de ruedas.- $1500
- Contenedores.- La mayoría fueros reúso o algunas personas improvisaban los suyos
Apoyo requerido:
- Personas que quieran poner una alcancía donde se depositen las argollas.
Recursos materiales:
- Embaces, termos usados, garrafones o botellas de reúso, calcomanías.
Conteo de horas:
- 1360 horas de servicio obtenidas entre la promoción, colocación y vaciado de los contenedores, llevar el aluminio a los centros de desperdicios industriales, compra y entrega de la silla al usuario final.
Dinero obtenido:
- Juntamos cerca de 85 kg, a veces nos lo compraban en $15 por kilo a veces en $12 o $18 por kg. Aproximadamente se juntaron $1350. Lo que hizo falta lo pusieron algunos scouters del grupo
Experiencias y anécdotas.
- Lo que más trabajo costó fue el hecho de que gran parte de las personas que nos podrían donar el aluminio, pensamos que serían los scouts, sin embargo ellos mismos ponían trabas ya que muchos guardaban la lata porque esperaban asistir a “la flor de lis más grande” y en experiencias pasadas, les decían que no pesaban lo suficiente para ganar su parche del evento. Sin embargo recibimos más ayuda de las personas que amablemente pusieron su minicontenedor en lugares de trabajo y edificios de las unidades donde viven.