El habitante de la calle representa proyectos de vida frustrados por un sinnúmero de situaciones personales, familiares, sociales, económicas, entre otros, que generaron la decisión de abandonar su núcleo familiar y ante la ausencia de otras alternativas sólo les quedó la calle como su hábitat natural. La mayoría de estas personas carecen de la posibilidad de generación de ingresos suficientes para suplir sus necesidades básicas de alimentación, y la mayoría de ellos priorizan sus pocos recursos para el consumo de droga o alcohol, lo cual, deja muy poco para garantizar una nutrición suficiente y balanceada En virtud de esto se hace necesario generar iniciativas para paliar necesidades fisiológicas relacionadas con la alimentación. Este esfuerzo servirá para solucionar la alimentación de un día y a su vez de motivación para que la comunidad en otras iniciativas imite y la suma de todos pueda garantizar una nutrición integral de esta población